Encuentra LA DIFERENTE

Claudia Hernández García[*]

La atmósfera es tenue y casi inmaterial para los que nos desplazamos a no más de unos cuantos kilómetros por hora. No afecta nuestro movimiento; incluso es fácil olvidarse de que existe. La cosa cambia si uno va en coche, a velocidades diez veces mayores: basta sacar la mano por la ventanilla para darse cuenta de que el aire es un factor importante en el movimiento del vehículo. Los coches se diseñan con forma aerodinámica para reducir el efecto del aire y, con él, el consumo de gasolina. En avión el efecto es aún más notable: a 900 kilómetros por hora la atmósfera es lo suficientemente sólida para sustentar las 440 toneladas de un Boeing 747 atiborrado de carga.

Imagínense ahora el efecto que tendrá la atmósfera sobre un asteroide que ingresa a
50 000 kilómetros por hora […]. A estas velocidades la atmósfera es una barrera imponente, casi sólida, y se puede hablar de “impacto” sin que el objeto llegue a tocar tierra. El asteroide de Cheliábinsk debe de haber empezado a sentir la presencia de la atmósfera a unos 100 kilómetros de altitud. Abriéndose paso a 14 kilómetros por segundo, el objeto hace un boquete en el aire. Los gases atmosféricos se comprimen y se calientan frente al objeto y luego se apartan con violencia. La presión es enorme y afecta la estructura de la antigua roca: se abren grietas donde había cuarteaduras añejas […] El objeto se fragmenta varias veces en trozos de todos los tamaños, principalmente milimétricas partículas de polvo. La energía de la roca, concentrada toda en su movimiento antes del encuentro con la Tierra, se va disipando a la largo de su trayectoria en un despliegue de fuegos artificiales, explosiones y humo hasta que los fragmentos más grandes impactan en tierra. Los más finos se depositan después como lluvia de polvo.

SERGIO DE RÉGULES


Sergio de Régules (2016). Cielo sangriento. Los impactos de meteoritos, de Chicxulub a Cheliábinsk. Fondo de Cultura Económica, pp. 27-28.

Sergio de Régules Ruiz-Funes es físico, escritor y divulgador de la ciencia mexicano. Es editor científico de la revista ¿Cómo ves? de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.

c Actividad
Actividad

En esta ocasión les proponemos una actividad para estudiantes de primero de primaria en adelante. Déjenles encontrar sus soluciones y luego permítanles explicarlas.

Adicionalmente, les sugerimos que les propongan verificar que la atmósfera (el aire) se siente diferente cuando se mueven a distintas velocidades: que comparen cómo se siente mientras caminan con cómo se siente cuando corren, y después lo platiquen con el resto del grupo.


  1. Observa estas cuatro parejas de figuras. ¿Cuál pareja es menos semejante a las demás y por qué?

  2. Ahora ve con atención estas otras imágenes y descubre sus semejanzas y diferencias. ¿Cuál es más diferente a las demás y por qué?

  3. En los siguientes números también hay semejanzas, pero hay uno que se distingue de los demás, ¿cuál es y por qué es diferente?

c Soluciones

Solución


  1. La pareja distinta es la que tiene la pieza amarilla adelante, mientras que en las otras la pieza que está al frente es la azul.

  2. Las semejanzas: todas las imágenes tienen tres círculos de los mismos colores. La imagen más diferente: la que está en la esquina inferior derecha, porque encima tiene un círculo azul y en todas las demás el círculo de arriba es verde.

  3. El diferente es el 29, porque todos los demás números terminan en 2.


Notas

* Maestra en Filosofía de la Ciencia. Técnica académica de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Shutterstock

- Portada del libro Cielo sangriento. Los impactos de meteoritos, de Chicxulub a Cheliábinsk: Digitalización del original

CORREO del MAESTRO • núm. 310 • Marzo 2022