Con base en un estudio publicado por McGraw-Hill Education en asociación con Hanover Research, sobre una muestra de 3000 estudiantes, las preferencias digitales en la educación universitaria son las siguientes:

Todo ello se define como educación tec-
nológica (o EdTech), en donde, a través del
correcto uso de las plataformas digitales, se
pueden enriquecer los métodos de enseñanza.

Como muestran las estadísticas anteriores,
en la actualidad los estudiantes prefieren el con-
tenido digital antes que el físico. Esto, además,
resulta beneficioso para las compañías editoriales
en el ramo de libros de texto, ya que facilita la actualización de contenidos y elimina costos de impresión y distribución, además de que permite añadir características de interactividad a los materiales, por lo que resultan más lúdicos, atractivos y cercanos a la realidad.

La capacitación y práctica en el empleo de plataformas digitales es un imperativo del trabajo docente; así, sin importar los años de experiencia en el aula, el talento y la pasión de cada profesor se fortalecen y éste adquiere la confianza necesaria para aprovechar la tecnología que hoy tiene a su disposición, lo que le permite responder a los nuevos requerimientos de aprendizaje de sus estudiantes.

Para ello, es conveniente tener en cuenta la existencia de indicadores clave de una enseñanza eficiente, como los definidos por el profesor Terry Heick, director fundador de una plataforma de apoyo a la educación denominada Teach Thought, y que se presentan a continuación:

De acuerdo con Tretinjak y Anđelić (2016), todo el personal docente debe familiarizarse con las siguientes áreas de competencia digital:

• Las relacionadas con la información, que deben incluir la capacidad de identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar información digital.

• La comunicación a través de herramientas en línea, teniendo en cuenta la privacidad, la seguridad y la etiqueta de la red.

• La seguridad en internet o ciberseguridad, a través de la gestión adecuada para la protección personal, la protección de datos, la protección de la identidad digital.

• La capacidad para resolver problemas incluyendo la identificación de necesidades y recursos digitales, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales, utilizar tecnologías de forma creativa, resolver problemas técnicos.

• La creación de contenido, que incluye crear y editar nuevos contenidos (desde procesamiento de textos hasta imágenes y video), integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, aplicar derechos de propiedad intelectual y licencias.

El acceso a un sinfín de aplicaciones que habilitan y promueven la educación en línea también abre la puerta a riesgos de privacidad y seguridad que pueden afectar a quienes las utilizan. Por ello, a continuación se plantean algunas recomendaciones generales que pueden resultar de utilidad para proteger la privacidad y seguridad del profesorado en su labor educativa:

• Apéguese a las políticas de seguridad de la información y ciberseguridad de su institución educativa; en caso de no contar con ellas, solicite su desarrollo e implementación ante la dirección escolar.

• Promueva la capacitación de toda la plantilla docente y administrativa de su comunidad escolar, sobre protección de datos personales en sus diferentes etapas: recepción, almacenamiento, transmisión y eventual eliminación. Recuerde que el fin último de la protección de datos personales es proteger la integridad física y emocional de sus propietarios.

• Promueva la impartición de lecciones de civismo digital y ciberseguridad, con un nivel de complejidad y lenguaje adecuados a la edad de sus alumnos. El propósito es sensibilizarlos sobre la existencia de riesgos en la red y brindarles información para que, en la medida de sus posibilidades, aprendan a identificarlos y a tomar las decisiones adecuadas para no ser víctimas de acoso, de robo de información u otros que puedan menoscabar su integridad física o emocional y la de sus familias.

• Seleccione plataformas digitales seguras para la enseñanza; para ello, indague previamente las características de seguridad y privacidad con las que deben contar a fin de proteger la privacidad de quienes interactúen con ellas.

• Prefiera y fomente el uso de aplicaciones que posean una política de uso de contraseñas robustas (por características y longitud), de tal forma que se incremente la dificultad de violarlas; además, hay aplicaciones que incluyen la autenticación multifactor, lo cual reduce aún más la posibilidad de un robo de datos al agregar una capa adicional a la contraseña, consistente en pedir una clave que la misma aplicación hace llegar al usuario a través de un correo electrónico o mensaje de celular previamente definido y autorizado. Recuerde también que cada aplicación debe contar con una contraseña distinta, de modo que si una contraseña es comprometida, el resto de sus aplicaciones permanezcan a salvo.

• Cuide su actividad en redes sociales estableciendo un límite entre su trabajo docente y su vida personal, y configurando la privacidad de éstas en el más alto nivel. Recuerde que sus publicaciones deben estar alineadas a la filosofía de la institución educativa a la que pertenece, y evite publicar información relacionada con su centro de trabajo, ya que ello representa una violación a la privacidad de éste.

• Si por razones académicas desea interactuar con estudiantes a través de redes sociales, cree una cuenta específica para esta labor y asegúrese de que las únicas personas que tengan acceso a ella sean sus estudiantes; aun así, defina lineamientos de comportamiento y uso, que consideren mantener una comunicación en un ambiente de armonía y respeto, y el tratamiento de temas exclusivamente relacionados con el propósito por el que abrió la cuenta.

• Utilice un software antivirus-antimalware que proteja la información de su equipo de cómputo al prevenir, detectar y eliminar piezas de software malicioso (suelen efectuar actualizaciones periódicas de sus bases de datos para hacer análisis a profundidad con periodicidad semanal y análisis rápidos de forma diaria).

• Respalde su información de manera frecuente. Esta medida posibilita que la pérdida sea menor cuando ocurra un daño a su equipo, sea de funcionamiento o en caso de que sea víctima de un incidente de ciberseguridad como ransomware, en el que la delincuencia obtiene acceso a su equipo para bloquearlo y luego secuestrar su información, a cambio de la cual le pide dinero.

• Tome precauciones con los sitios que visita, en especial si los usa para transmitir información personal; deben ser sitios seguros y contar con aviso de privacidad.

• Escanee los dispositivos externos como USB antes de emplearlos, con el fin de minimizar la probabilidad de que afecten su equipo con virus o malware.

En conclusión, para desarrollarse como docente en el siglo XXI se debe ser capaz de efectuar las siguientes tareas:

• Crear y editar audio digital

• Usar blogs y wikis para crear plataformas en línea para estudiantes

• Explotar imágenes digitales para aprovechamiento en el aula

• Emplear contenido de video para involucrar a los estudiantes

• Usar infografías para estimular visualmente a los estudiantes

• Utilizar las redes sociales para conectarse con colegas y crecer profesionalmente

• Crear y entregar presentaciones asincrónicas y sesiones de capacitación

• Detectar acciones de plagio en los trabajos académicos

• Crear videos de captura de pantalla y tutoriales

• Curar contenido web para el aprendizaje en el aula

• Utilizar y proporcionar a los alumnos herramientas de gestión de tareas para organizar su trabajo y planificar su aprendizaje

• Hacer uso de software de sondeo para crear una encuesta en tiempo real en clase

• Comprender los problemas relacionados con los derechos de autor y el uso justo de los materiales en línea

• Usar herramientas de evaluación digital para crear cuestionarios

• Encontrar y evaluar contenido auténtico basado en la web (Educational Technology and Mobile Learning, 2015; traducción libre del inglés).

Los docentes tienen que abrazar la tecnología y las plataformas digitales, eliminar paradigmas y sesgos y hablar el mismo lenguaje de niñas, niños y adolescentes, para quienes la tecnología es su medio básico de comunicación, diversión, conocimiento y relacionamiento.♦